jueves, 19 de mayo de 2016

Utopía


UTOPIA



¿Debemos soñar? En otras palabras, ¿es importante tener un objetivo hacia el que caminar? Soy de las personas que piensan que hay que disfrutar y aprender del viaje, tanto como del destino; del proceso, no solo del resultado final.

¿Qué piensas cuando oyes la palabra utopía? Hasta hace poco, solo oía el término en afirmaciones como "eso es una utopía, es imposible"; afirmaciones que dan a entender que no merece la pena esforzarse en perseguir sueños. Desde que supe del proyecto Comunidades de aprendizaje, eso ha cambiado. Yo he cambiado, también.

Hubo una vez en que se mencionó la educación española en una publicación científica internacional; fue para hablar de la primera comunidad de aprendizaje: La Verneda-Sant Martí. Aquí puedes consultar la publicación en la revista Harvard Educational Review (está en inglés). El título del artículo viene a decir: La Verneda-Sant Martí, una escuela donde la gente se atreve a soñar. Me parece algo destacable que una de las publicaciones de más prestigio internacional diera tanta importancia a los sueños como motor de mejora en la educación.

Cuando la comunidad educativa de un centro decide ser comunidad de aprendizaje, pasa por varias fases de transformación (para saber exactamente cómo ocurre esa transformación, te recomiendo que visites la web oficial):

Sensibilización

Las familias y los maestros deben conocer el proyecto para que se pueda llevar a cabo. Además, los docentes necesitan una formación inicial y continua. 

Toma de decisión

Hay que decidir qué actuaciones se va a realizar. También se puede decidir transformar el centro en comunidad de aprendizaje. En ese caso, la siguiente fase será...

Fase del sueño

Alumnos, maestros y familias deben soñar; es decir, poner en común cómo es la escuela que quieren. Esos sueños serán estudiados por la comunidad educativa y se constituirán comisiones mixtas (formadas por familiares, maestros y, si procede, alumnos). Las comisiones se ocupan de hacer una selección de prioridades para organizar las mejoras que consideren y a partir de ese momento serán una parte vital del funcionamiento y de la planificación en el centro educativo.  

De este modo, la gestión del centro cuenta con la valiosa participación activa y real de las familias. Esto no solo es algo deseable y bonito; hay evidencias y consenso de la comunidad científica internacional en cuanto a su valor para la mejora de la convivencia y de los resultados en la escuela. La participación de las familias es una actuación educativa de éxito. Eso no es una utopía, ya que está ocurriendo cada vez en más centros. 

A modo de conclusión: tener sueños, progresar hacia una utopía es la forma de mejorar, teniendo altas expectativas. Es muy importante saber cómo es la escuela que queremos, porque así, paso a paso, es como se consigue mejorar.

"Nada mejor que el sueño para engendrar el porvenir. La utopía de hoy es carne y hueso mañana."
Victor Hugo (1802-1885) 
Novelista francés.




Imagen: Flickr

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